28 de abril de 2014

Ventajas y desventajas de trabajar como au pair

Como la mayoría de trabajos y situaciones que nos encontramos a lo largo de nuestra vida, el de au pair no iba a ser menos y cuenta con una serie de ventajas y desventajas. Por supuesto que en ambos sentidos habrá más de las que relato en este post, pero considero que son las principales. Por ser positivos vamos a empezar con las VENTAJAS:

  • Aprendes o mejoras un idioma diferente al tuyo.
  • Según llegas tienes trabajo, casa y comida.
  • Es asequible, puesto que el mayor gasto deriva de la compra de billetes de avión y/o tasas de la agencia.
  • Puedes viajar y conocer un país diferente al tuyo.
  • No requiere una titulación o conocimientos específicos, basta saber lidiar con niños.
  • En algunos casos, es la primera vez que vives independiente de tu hogar y tu gente. Esto te hace sentir más fuerte y segura de ti misma.
  • Adquieres experiencia internacional para añadir a tu CV.
  • Conoces gente de otras nacionalidades (o de otras zonas de tu propio país).
  • Si tu sector de actividad o formación está relacionado con la infancia (ej. maestros, pedagogos, monitores), profundizarás en este terreno.
  • Y si no has trabajado con niños ni te estás formando para ello, conocerás otro ámbito de trabajo.

 Pero como apuntábamos anteriormente, también hay una serie de DESVENTAJAS a tener en cuenta:

  • No serás considerado un trabajador en el país de destino (es decir, se trabaja sin contrato), sino  estudiante a efectos legales.De todos esto no es así en todos los países (en algunos el trabajo de au pair está regulado y en otros no).
  • Habrá familias (no todas) que se intenten aprovechar y hacerte trabajar más horas de lo acordado previamente, algo que no sabes hasta llegar allí.
  • Los niños (o padres) puede que no respeten tu tiempo o espacio privado como deberían.
  • Vives en una casa pero puede que no "te sientas" como en casa, y por echar una mano puedes acabar haciendo trabajo de más que no está remunerado.
  • Hay normas o costumbres de la casa que quizás no compartas pero aún así debes respetar. No estás en tu casa.
  • Si no tienes un correcto dominio del idioma, puedes sentir algo de aislamiento (aunque no necesariamente, y a lo que se va es a superar esta barrera).
  • Quizás tengas que seguir un horario o unas dietas diferentes a lo que tienes por costumbre y te sea difícil acostumbrarte (quizás no). 
  • Puedes sentir nostalgia de tu casa, tu país o tu gente.  
  • En la mayor parte convivirás con la familia, por lo que las visitas no estarán permitidas en general.
  • La estancia se te puede acabar haciendo pesada si vas por mucho tiempo.
Por supuesto, todo lo anterior es fruto de mi opinión y experiencia, cada uno encontrará más ventajas o desventajas de este trabajo. Al menos espero que os sea útil a la hora de tomar la decisión final, ¿me voy o no me voy de au pair?


25 de abril de 2014

Algunas ideas para enseñar idiomas jugando

Uno de los motivos que suelen tener las familias para tener una au pair en casa es la posibilidad de que los niños (o también el resto de la familia) aprendan o profundicen en una lengua extranjera con una persona nativa, que además hace el doblete de profesora y cuidadora, entre otros.

Pero son niños/as, y sus ritmos e intereses son otros, a veces impredecibles, incluso para ellos mismos. Generalmente los
tienes por la tarde (si están en edad o periodo escolar), vienen cansados del colegio y los deberes y no piensan precisamente en ponerse a estudiar idiomas. Entonces surge la cuestión, ¿cómo integrar la enseñanza de idiomas en los juegos y demás rutinas de los niños? Os contaré algunos de los métodos que se me ocurrieron a mí o he visto o leído, pero por supuesto habrá muchos más. En este post trato de explicar algunas ideas para introducir a los niños en el idioma, si ya están avanzados algunos no tienen sentido (no vas a enseñar los números, por ejemplo).

Los números

Sea en el idioma que sea, los números forman parte de la vida cotidiana. Y en los juegos infantiles no iban a ser menos, ¿no? He aquí algunos ejemplos:
  • Pasarse la pelota (o balón). Un juego habitual con los pequeños es lanzarse la pelota unos a otros, contando. Pues
    bien, tú hazlo en el idioma que deban aprender. No hace falta forzarles a que ellos también lo digan, pero entenderán lo que dices y, a la larga, puede que hasta ellos lo acaben diciendo (agradece el esfuerzo cuando lo hagan, aunque no lo pronucien bien del todo).
  • En juegos de mesa donde se deba lanzar un dado o similares,
    lo mismo
    . Si tú cuentas uno, dos, tres y cuatro, aunque no hablen el idioma entenderán la idea perfectamente.
  • Cualquier otro juego que implique contar.
Los colores, animales y comidas
Algo que siempre está presente con los niños (y adultos) son los
colores. Igual que con los números, prueba a introducirlos en el vocabulario habitual. La caja es red, los zapatos son blue o la manta es white por ejemplo. 


Los animales, comidas o cualquiera de sus aficiones es ideal para ir añadiendo vocabulario a los niños.

Que aprendan a formar frases
Si algo tienen los niños es que necesitan pedir casi todo, aunque sea ayuda o permiso. Pues bien, las frases que más repiten a diario (puedo ver la televisión, me ayudas a atarme los cordones,...), se ha de ir intentando que lo digan en otra lengua. Con paciencia, eso sí, especialmente si aún no han aprendido a leer y por tanto deben memorizar todo de oídas.

Para empezar, se pueden utilizar expresiones sencillas como que todo lo pidan please y thank you, fáciles de memorizar, y una vez aprendido el sistema ir ampliando vocabulario.

Canciones
Si hay algo que gusta a los peques, es cantar. En función de la idea que tengan de tu idioma, o de los parecidos entre unas lenguas y otras (por ejemplo si hablan una lengua latina es más fácil enseñar otra lengua latina que el alemán), puedes enseñarles canciones infantiles de tu país y que ellos también te enseñen las suyas. He aquí algunas sugerencias (la lista podría ser infinita):

   También aconsejaría hablar de los progresos de los niños en cuanto a idiomas con los padres, ya que su implicación es crucial. Comentar sus avances todos juntos, o hacer que los niños canten alguna canción para la familia en otro idioma es algo que les encanta.

Y estos son mis consejillos en general, que aplicaba cuando trabajando de au pair tenía que enseñar inglés o castellano a los niños. Por supuesto que habrá más y mejores; podéis comentarlos si queréis y así aprendemos todos. 

21 de abril de 2014

¿A qué país me voy? Requisitos para trabajar de au pair según el destino

Elegir el país de destino es seguramente una de las primeras cuestiones a la hora de plantearse ir a trabajar como au pair (o el motivo, si tienes firmemente claro el irte a tal país y has concluido que tu mejor opción es empezar como au pair). Ya que, aunque en el fondo sea el mismo trabajo (cuidar niños y ayudar en la casa), nuestros objetivos, situación personal o las diferentes condiciones del país de destino hagan que nos inclinemos por uno u otro país o región. Se puede elegir un país por diferentes motivos, como son:
  • Que quieras aprender/mejorar el idioma.
  • Por ti mismo/a, tus ganas de vivir en el país elegido conozcas o no su lengua.
  • Distancia al país donde vivas (puedes preferir un país cercano para hacer una escapada a casa de vez en cuando, o lejano para conocer culturas más distantes).
  • Que te gusten más las condiciones de trabajo de au pair en el país, ya sea por la paga, tareas u horas requeridas, etc.
  • Motivos personales (ej. que tu pareja viva en la zona) o laborales (querer asentarte posteriormente en el país y encontrar otro trabajo desde allí).
  • Posibilidades económicas (hay quien podrá permitirse ir al otro lado del mundo y quien tenga que conformarse con un país próximo).
También habrá otros factores que te pueden impedir trabajar como au pair en ciertos países (no todos), como pueden ser:
  • Tu edad (hay países que tienen un límite por ley).
  • Tiempo que puedes trabajar como au pair (hay países que imponen un periodo mínimo o máximo de estancia).
  • Visados. Hay que asegurarse de que en el país elegido la actividad está regulada y que puedes ir sin problemas.
Según vuestro país de procedencia y el país de destino elegido habrá unas condiciones u otras (ver las condiciones por país en Aupairworld). A continuación he elaborado un resumen con los países más demandados, para que puedan ser más fácilmente contrastados (no comento temas de visados porque dependen de cada país de origen y destino):

REINO UNIDO

IRLANDA

ITALIA
  • Edad: 18-30 (no excluyente)
  • Horas de trabajo semanales: sin regulación concreta; máximo 5 horas diarias.
  • Días libres: al menos uno a la semana
  • Paga semanal: sin regulación concreta; unos 50-75€.
  • Curso de idiomas: opcional, a cargo de la au pair.
  • Estancia mínima/máxima: máximo dos años.
  • Gastos del viaje: a cargo de la au pair
  • Otros: nociones de italiano o inglés
  • Fuentes y más información: 

FRANCIA
  • Edad: 17-30; mayores de 30 pueden si estás a punto de terminar tus estudios. En cualquier caso, siempre es la unidad territorial de la DIRECCTE de la familia la que decide.
  • Horas de trabajo semanales: máximo 30 horas semanales y 5 diarias.
  • Días libres: al menos uno a la semana, y que al menos una vez al mes sea domingo.
  • Paga mensual: en torno a 300€. Equivale al 75-90% del salario mínimo interprofesional, que se revisa anualmente.
  • Curso de idiomas: obligatorio y a cargo de la au pair, aunque la familia debe ayudar con los trámites. No es obligatorio si has finalizado un año de estudios superiores si solamente vas tres meses y durante tus vacaciones universitarias.
  • Estancia mínima/máxima: mínimo 3 meses y máximo 12, prorrogables a 18.
  • Gastos del viaje:a cargo de la au pair
  • Otros:
    • Título de Bachiller o equivalente.
    • Nivel básico de francés.
    • Tener intención de hacer un curso de francés. 
    • Asegurarse en la seguridad social es obligatorio.
  • Fuentes y más información: 

ALEMANIA
  • Edad: 18-26 (17-30 ciudadanos UE/AELC)
  • Horas de trabajo semanales: máximo 30 y máximo 6 diarias
  • Días libres: mínimo uno a la semana. Un mes de vacaciones por año trabajado
  • Paga mensual: 260€ (invariable)
  • Curso de idiomas: opcional
  • Estancia mínima/máxima: mínimo seis meses (ciudadanos de fuera de la UE/AELC)
  • Gastos del viaje: a cargo de la au pair
  • Otros:
    • Nivel básico de alemán.
    • Ir por primera vez a Alemaia (excepto ciudadanos UE/AELC)
  • Fuentes y más información:


SUIZA
  • Edad: 18-25 (17-30 ciudadanos UE)
  • Horas de trabajo semanales: máximo 30
  • Días libres: al menos uno a la semana.
  • Paga mensual: 500-750 CHF
  • Curso de idiomas: obligatorio (del idioma de la región) y a cargo de la familia. Duración 2-3 horas semanales aproximadamente.
  • Estancia mínima/máxima: máximo un año en general (dos para nacionales de la UE y países de la AELC)
  • Gastos del viaje:según el cantón, puede que la familia deba correr con los gastos o no.
  • Otros:
    • Los padres deben estar presentes en al menos la mitad de las horas de trabajo de la au pair.
    • La au pair no puede ayudar con los deberes u otras funciones educativas.
    • Vacaciones (con matices según el cantón):
      • Para menores de 20 años, 5 semanas anuales.
      • Para mayores de 20 años, 4 semanas anuales.
    • Poder pagar una agencia reconocida por el SECO.
    • Experiencia con niños.
    • Solamente puedes ser au pair si no hablas el idioma de la región.
  • Fuentes y más información: 

ESPAÑA
  • Edad: 18-30 (no excluyente)
  • Horas de trabajo semanales: máximo 30, con dos noches de canguro máximo.
  • Días libres: uno a la semana por lo menos y que al menos uno al mes sea domingo.
  • Paga semanal: 50-70€
  • Curso de idiomas: opcional, a cargo de la au pair.
  • Estancia mínima/máxima: máximo un año, prorrogable a dos.
  • Gastos del viaje:a cargo de la au pair.
  • Otros:
    • Lengua materna distinta al castellano.
    • Nociones de castellano.
    • Tener seguro médico.
  • Fuentes y más información: 


ESTADOS UNIDOS
  • Edad: 18-26 (excluyente)
  • Horas de trabajo semanales: máximo 45, y máximo 10 al día
  • Días libres: uno y medio a la semana (y un fin de semana mensualmente). Dos semanas de vacaciones pagadas
  • Paga semanal: 200$
  • Curso de idiomas: obligatorio en general.
  • Estancia mínima/máxima: 12 meses (obligatorio, aunque prorrogable 3,6 ó 12 meses más)
  • Gastos del viaje:a cargo de la familia de acogida
  • Otros:
    • No puede hacerse por libre, únicamente a través de una agencia reconocida por el gobierno, con la J-1 Visa Program.
    • Buen nivel de inglés.
    • Mínimo estudios de secundaria.
    • Poder permitirse el coste de la agencia.
    • Permiso de conducir.
    • 200 horas de experiencia con niños para cuidar a menores de dos años.
    • Obligatoriamente hay que hacer cursos sobre cuidado infantil antes de empezar a trabajar y que corre a cargo de la familia (máximo 500$ al año).
  • Fuentes y más información: 

AUSTRALIA
  • Edad: 18-30 (excluyente)
  • Horas de trabajo semanales: 25-40 (sin regulación específica)
  • Días libres: sin regulación específica
  • Paga semanal: 200-250 dólares australianos por 30 horas a la semana
  • Curso de idiomas: opcional, a cargo de la au pair
  • Estancia mínima/máxima: máximo 6 meses con la misma familia
  • Gastos del viaje:a cargo de la au pair
  • Otros:
    • Diferente visado según el país de origen.
    • Cococimientos de la lengua inglesa (según el tipo de visado, piden mayor o menor nivel).
    • Tener al menos 5.000 dólares australianos y capacidad económica para costear el viaje.
  • Fuentes y más información: 
Estos son los requisitos específicos por países, pero hay que tener en cuenta además los REQUISITOS GENERALES que se exigen en cualquier país:
  • Cumplir con los requisitos legales para trabajar de au pair en el país de destino.
  • Estar soltero/a.
  • No tener hijos ni cargas familiares.
  • Gozar de buena salud (pueden pedir certificado).
  • Si vas a conducir, tener un permiso válido en el país de destino.
  • Carecer de antecedentes penales (pueden pedir certificado).
  • Tener cobertura sanitaria en el país de destino (o que os la proporcione la familia de acogida).
  • Estar dispuestos a colaborar en tareas ligeras del hogar (si se requiere).
  • Poder sufragar los gastos del viaje (si no los paga la familia) y/o agencia intermediaria.
  • Tener la intención de aprender la lengua y cultura del país.
  • El rango de edad varía por países, en general es de 18-26 ó 18-30 años, aunque hay familias que aceptan mayores de 30 años. Los menores de edad deberán contar con el permiso de sus padres. 
LO QUE LAS FAMILIAS PIDEN
Y por supuesto, al margen de los requisitos del país, están los de la propia familia de acogida, que es quien al fin y al cabo te empleará como au pair.Así, hay que tener en cuenta que:
  • Las familias suelen preferir las chicas au pairs, pero nada impide que un chico pueda trabajar también como au pair.
  • Edad: puede haber distintos motivos para preferir un/a au pair de mayor o menor edad: más joven para que haya más feeling con los niños, mayor porque tiene más experiencia o por el seguro del coche, etc.
  • Se valora mucho la experiencia previa con niños y cartas de referencia de sus padres.
  • Normalmente prefieren chicas no fumadoras, o que al menos no fumen en la casa.
  • El consumo de alcohol no suele estar permitido, y menos delante de los niños.
  • También suelen preferir gente que se defienda en tareas del hogar como cocinar o la colada, ya que puede que se lo requieran.
  • Un nivel medio del idioma también suele ser necesario para comunicarse con la familia, o puede que requieran una lengua vehicular como el inglés.
  • Si tienen mascotas, habrán de gustarte (y por supuesto no tenerles alergia).
  • Puede que te exijan estar en disposición de cambiar el horario de trabajo en función de sus trabajos o de si los niños enferman.
  • El tiempo de estancia que suelen pedir es de entre tres y doce meses (normalmente un verano, el curso escolar o el año entero).
  • Se valora tener experiencia profesional o estudios relacionados con niños, ya sea formación reglada (formación profesional o universitaria) o algún cursillo (primeros auxilios, monitor de tiempo libre o similar). 
  • Hay familias que piden ciertas habilidades, como por ejemplo saber montar a caballo o tocar algún instrumento musical, ya que son actividades cotidianas para ellos.

Con esta entrada espero haberos dado alguna pista sobre a qué país os conviene más iros a trabajar como au pair o aseguraros de que podéis trabajar con todas las garantías en el país seleccionado. Es muy importante cumplir primero con los requisitos legales del país de destino y segundo con lo que suelan pedir las familias de acogida, ya que sino será muy difícil o imposible encontrar este tipo de trabajo y sea mejor valorar directamente otras opciones que se adapten a las necesidades o situación de cada uno.

Tampoco es necesario buscar en un único país; si os interesan varios países, podéis aplicar a todos ellos buscando sobre todo el puesto de trabajo y familia que más se adapte a vosotros y vuestras preferencias y tener así más posibilidades.

18 de abril de 2014

Mi experiencia au pair en Cork (Irlanda)

Como no podía ser de otro modo, escribo este post en verde. Verde esmeralda, de la isla esmeralda: Irlanda, donde viví mi segunda (y más larga) experiencia trabajando como au pair entre septiembre de 2012 y febrero de 2013. En concreto estuve en una casa de las afueras de Bandon, un pueblo del condado de Cork, al Sur de la isla. Esta vez sería la primera au pair de una familia con tres niños (todos varones), los McC.; nada que ver con ser la cuarta au pair de una hija única en Italia, como la vez anterior (y, al menos, con una base del idioma).

Iglesia de Bandon (Co. Cork).

Esta vez me costó menos encontrar familia de acogida (se nota cuando puedes decir que ya tienes experiencia como au pair y referencias), aunque tuve el problema de que tenía en febrero tenía que volver a España a hacer las prácticas de mi Máster, y la mayoría de las familias prefieren chicas para hacer el curso escolar completo.

Llegado finalmente el día, partí de Pisa directamente hacia el aeropuerto de Dublín, con mala suerte la mía que los vuelos Pisa-Cork habían acabado justo la semana anterior, por lo que después de las tres horas de vuelo me quedaban otras tantas de autobús. Viendo el lado positivo, tuve la suerte de contemplar durante este tiempo más verde del que nunca había visto de forma consecutiva (ya había estado en Irlanda, pero sin salir de la ciudad de Dublín).

El centro de Cork, Irlanda.

El autobús finalmente paró en Cork, donde ya estaba la madre de acogida, F., esperándome y nos fuimos en el coche rumbo a Bandon (a media hora de la ciudad). El trayecto muy ameno hasta que por fin, llegamos a la casa; era mi primera experiencia de vivir en el campo, después de haber vivido en León, Barcelona y Lucca me veía en una casa que para llegar al pueblo (que no la ciudad) se requerían unos 20 minutos a pie. Y aunque me ofrecieron bicicleta, no lo vi nada práctico, así que siempre opté por ir andando cada vez que iba al centro o a coger el autobús a Cork.

Vistas de Bandon (Co. Cork).

Así que llegamos. Al bajar las maletas del coche, la pequeña cayó, pero aparentemente todo bien (luego descubriría que mi taza inclinada de Pisa se había hecho añicos). Pasamos dentro y ya estaba el pequeño de 4 años, que estaba con una de las abuelas, y la perrita Jessie con la que haría buenas migas. Luego llegaron los otros dos, de seis y nueve años, algo más tímidos en lo que recibirme se refiere (en el caso del mayor, esta timidez disminuiría con el tiempo, pero para bien).

En cuanto al tema del idioma...Mi inglés era algo mejor que al acabar el instituto gracias a algún curso que había hecho después (uno de ellos en Dublín) y podía mantener más o menos una conversación, pero me quedaba (y me queda) mucho por mejorar, aunque al menos ya sabía comunicarme con todos en casa. Allí tenían un acento un tanto peculiar (dentro del propio acento irlandés), pero poco a poco te vas acostumbrando y entendiendo más (o menos), y hasta empieza a contagiarse su modo de hablar. Al no poder ir a clases porque los cursos o eran caros o me coincidían en horas de trabajo, estudiaba solamente por mi cuenta con libros y ya la práctica era el día a día, por lo que en esos meses mejoré bastante mi inglés, que hasta entonces había tenido pocas ocasiones de practicar (como siempre, más fácil practicarlo con extranjeros que con los propios nativos). 
Catedral de Cork.
En cuanto al trato de la familia, sobre todo los padres, excelente, siempre preocupándose de que estuviera feliz y no sintiera nostalgia de mi hogar. Me hablaron enseguida del encuentro que se hacía cada miércoles de las au pair del pueblo (había unas 20-30 y el pueblo era de solamente 5.000 habitantes), en el pub O'Hara. Allí conocí a varias au pairs, aunque al ver que hablaba sobre todo en español durante el encuentro (eran todas o españolas o alemanas, que también se juntaban entre ellas), decidí no volver y opté por conocer gente para el intercambio de idiomas en Cork, donde iba casi cada semana (era media hora de autobús que costaba 13€ ida y vuelta, así que entre eso y el horario de trabajo tampoco podía ir a diario. También acudí una vez a un intercambio de idiomas en Cork, pero era difícil ir siempre sin tener coche.

Castillo de Blarney (Co. Cork).
Siempre que no estaba haciendo turismo o trabajando, procuraba escaparme a dar una vuelta por Cork (la experiencia de Irlanda me confirmó que soy una chica de ciudad), que no tiene grandes monumentos pero resulta de gran interés histórico y comercial. y no deja de ser la segunda ciudad de Irlanda. Aunque en mi opinión lo que nadie debe perderse es el castillo de Blarney y sus jardines, a las afueras de la ciudad. También destaca una antigua prisión ya cerrada (Cork City Gaol), con impresionantes muñecos de cera para recrear más ajustados a la realidad la vida de sus presos.


Interior de una celda de la prisión de Cork (Cork City gaol), adornada con muñecos de cera.


Mi rutina en este caso era despertar a la tropa en torno a las 8, darles el desayuno y dejarles preparados para el cole, para que hacia las 9 les recogieran para el colegio y entre las 14 y las 15 volvieran para comer conmigo y después hacer los deberes, ayudando sobre todo al mediano. Después jugar y finalmente ver la televisión, algo que no podían estar haciendo continuamente, y hacia las 17:30 ya llegaba su madre y en teoría mi jornada acababa, pero como también vivía ahí y era de noche, continuaba con ellos hasta las 20, cuando ya me retiraba a mi vida privada en mi habitación (¡bendito skype!).

Mantener la disciplina era una de las tareas implícitas más complicadas que tenía, en primer lugar debido a las dificultades de comunicarme en otro idioma y al principio por no conocer de nada a los niños, que siendo tres y todo chicos de edades parecidas, tenían conflictos cada poco, o no tenían ganas de comer o no le atinaba con la cantidad de comida que necesitaban (luego me di cuenta de que sus meriendas en el colegio eran abundantes, por lo que a las 15  no necesitaban comer demasiado).
Cascanueces en las Navidades de Cork.

Por circunstancias personales, y aunque el trabajo sí me lo permitía, pasé el periodo de navidades en Irlanda, donde se vive de una manera más intensa, aunque año nuevo tiene menos repercusión (la cena de nochevieja consistía en pizza y la comida de año nuevo en hamburguesas). También tuve la suerte de vivir un auténtico Halloween, más allá de las películas de Estados Unidos o las imitaciones que se están extendiendo por países donde no es algo tradicional.

Cliffs of Moher/Acantilados de Moher (Co.Clare).

Al igual que en Italia, esta vez tuve bastante tiempo para viajar. De hecho, al tratarse de un país pequeño, pude recorrerlo casi entero, visitando sus principales ciudades (Dublín, Galway, Limerick), así como los acantilados de Moher o la fábrica de Jameson, entre otros.

Castillo de Dublín.
 Culturalmente también se detectaban más diferencias que en el caso de Italia, país mediterráneo como España. Diferencias de horarios, métodos de limpieza...Especialmente me llamó la atención el método (creo que extendido a todos los países anglosajones) para fregar los platos: llenar el fregadero de agua y, con esa misma agua, ir fregando cacharro a cacharro. Sin alcarar. Dejándolos que se sequen con todo el jabón. En teoría es para ahorrar agua pero, personalmente, primero la salud e higiene (por supuesto, ahorrar agua es importantísimo para el medio ambiente y la economía doméstica).

Lo mismo con los horarios en las rutinas y comidas. En torno a las 18:30 una cena ligera (o merienda grande) y ya, última comida del día. El desayuno en general como en España, a excepción del desayuno irlandés de algunos domingos, donde se comía o tipo de embutidos, salmón, ensalada, tortitas,... ¡Todo un festival al poco de despertar!.

Destilería de Jameson en Midleton(Co. Cork).

 Esta fue la experiencia más larga que tuve como au pair (casi cinco meses, que en comparación con otras en realidad es poco). Aparte de darle un empujón a mi inglés (aún le queda), creo que fue la experiencia más auténticamente au pair de todas, ya que me sentí una más, incluso en el tiempo libre, cuando hacíamos muchas actividades juntos, como ir de excursión a la playa o ir al cine. También el hecho de que los días fueran más cortos, el clima que no invitaba a estar demasiado tiempo fuera y el vivir lejos de todo ayudó bastante a esto. Y el buen trato que tuve de los McC. desde un primer momento, siempre es de agradecer, no tratándome como una empleada sino como alguien más.

 

11 de abril de 2014

La vida social cuando trabajas de au pair

Seas au pair o no, emigres hacia un país extranjero o cualquier otra ciudad dentro de tu propio país, cuando coges tus cosas y te trasladas a otra ciudad (en solitario o acompañado), una de las primeras cosas en las que piensas es en qué modo vas a hacer tu vida social, más allá del trabajo, algo que en el caso de trabajar de au pair es especialmente importante, ya que vives y trabajas en el mismo lugar (incluso si tu familia de acogida es estupenda, necesitas tus horas para desconectar de la casa y los niños, aunque también puedes disfrutar parte de tu tiempo libre con ellos).

Pues bien, una vez instaladas y sabiendo ya cómo se llega a los sitios más importantes de la ciudad donde estás, llega la hora de conocer gente de más o menos tu edad, de hacer nuevas amistades...o de algo más, ¡quién sabe! (no serías la primera ni la última). La principal dificultad suele ser que el trabajo de au pair no es que implique mucha vida social en sí mismo que digamos.

La ventaja es si ya conoces previamente a alguien que vive allí (incluso en los lugares más inesperados te puedes encontrar conocidos, y lo digo por experiencia) o si vas a hacer un curso de idiomas, donde habrá otros estudiantes extranjeros, con suerte con edades e intereses similares a los tuyos y con los que podrás congeniar.

Hay países en los que tener una au pair en casa es bastante común entre las familias, por ejemplo en Reino Unido e Irlanda (debido a que el inglés es una lengua muy demandada por parte de las au pairs); en estos casos, las au pairs tienden a juntarse entre ellas, por ejemplo en encuentros semanales en un pub o, gracias a las nuevas tecnologías, a través de internet, en diversos foros o grupos de facebook (ahí ya cada una tendrá que buscar su grupo en función de su ciudad/pueblo). Incluso puedes contactar con otras au pairs del país para conoceros cuando hagas turismo en su zona y viceversa. Ya como opción final, a veces la familia de acogida conoce más familias con au pairs y puede que te las presenten.

Es interesante hacer amistades con otras au pairs, ya que son una especie de "compañeras de trabajo", ya que están en una situación similar a la tuya, y siempre es útil para compartir experiencias. De hecho se llega a hablar de los niños como propios (pues yo tengo tres niñas, yo un niño, yo cinco monstruitos...). Las que habéis pasado por esto o estáis en ello me entenderéis bien. También serán tus posibles compañeras de viajes, ya que serán quienes tengan unos intereses y horarios más similares a los tuyos.


En Grafton Street (Dublín, Irlanda), con algunos compañeros de la escuela de inglés.

Más allá de academias o contactar con otras au pairs, como extranjeras siempre tendréis la oportunidad de conocer gente extranjera que quiera practicar idiomas, ya sea el tuyo, el del país de acogida o cualquier otra lengua que dominéis. Igual que con las au pairs, pueden ser reuniones habituales en algún local o encuentros acordados por internet (también existen estas páginas para hacer amistades online, sin llegar a conocerse físicamente). En este caso conoceréis gente de perfiles más variados, tanto trabajadores como estudiantes, y hay más posibilidades de conocer gente nativa de vuestra edad y de ambos sexos, algo que reuniéndote solamente con au pairs es más difícil, ya que la gran mayoría son chicas (aunque también hay algún chico).

En Siena (Italia), con otras au pairs que trabajaban en la Toscana.
 Seas au pair o no, recomiendo a cualquier persona que se vaya a vivir al extranjero que no se centre solamente en salir con gente de su mismo país o idioma, es decir, no vivir en un gueto lingüístico, ya que así tu mejora del idioma e integración estará más limitada, además de perder la oportunidad de aprender in situ otra lengua.


4 de abril de 2014

Los comienzos de un/a au pair

Llega un momento, en especial si te vas solo/a, que te ves junto con tu equipaje como única compañía esperando en una puerta de embarque, andén o dársena a que comience un viaje que no sabes muy bien cómo irá, cómo acabará o si merecerá la pena. Dejas todo atrás por una temporada, habiendo casos que la temporada se prolonga o incluso se hace definitiva y el destino se acaba convirtiendo en tu hogar. Los motivos para irse en un principio pueden ser variados: estudio, trabajo, ganas de aventuras. O un poco de todo; esto es, irse de au pair.

Sabes que te vas a ir a vivir con una familia de un país extranjero, con un determinado número de niños y puede que de mascotas, que harás ciertas actividades a lo largo del día. Y poco más. ¿Me sentiré a gusto? ¿Me querrán explotar? ¿Será todo un engaño y no aparecerá nadie? ¿Será todo como me han dicho? ¿Haré amigos pronto? ¿Me apañaré con el idioma? ¿Manejaré a los niños?

Y pasadas unas horas, por fin llegas al punto en el que has quedado con la familia. Todo normal (aún no sé de ningún caso en el que no haya aparecido nadie a buscar a su au pair). Subes en el coche (puede continuar la sensación de adónde voy....) y llegas a la que en los próximos meses será tu casa. Con casi toda seguridad los niños querrán enseñarte toooooda su casa (muy educaditos y obedientes en ese momento, eso sí; así da gusto). Te enseñan también tu futura habitación (en algún caso, apartamento), que analizas rápidamente mientras, por fin, te liberas y dejas la maleta. Ya solamente queda descansar. O empezar a jugar. O a comer (puede que en un horario que no te cuadre; no te preocupes, es normal). En cualquier caso, la aventura de verdad acaba de empezar, y aquí cada una tenemos o tendréis una historia diferente.

Lo importante es que acabas de llegar a una casa donde pasarás varios meses (o un año, o incluso más), en medio de una familia donde la única extraña, la recién llegada, eres tú. Así que mejor ir aprovechando estos momentos para conocerlos y darte a conocer. Los primeros días los horarios no están tan marcados y aún tienes que aprender cómo es cada niño, sus rutinas, necesidades, gustos, si son varios cómo se llevan entre ellos,... Así que ¡relájate y a formar parte del equipo!.

Aquí también suele ser diferente cuando eres la primera au pair de los niños o ya están más acostumbrados (hay familias que llegan a tener una decena de au pairs, por lo que los niños crecen acostumbrados a tener una extranjera en casa). Si eres la primera, te mirarán con curiosidad e incluso con reservas (vamos, que igual ni te miran directamente a los ojos). Pero poco a poco ya se irán acostumbrando, no te preocupes. O puede que aunque seas la primera sean superabiertos y estén superilusionados y quieran jugar contigo desde ya, ver lo que sabes hacer, lo que te gusta,... Y si no eres la primera au pair que tienen, pues ya se las saben todas (o eso creen), y de todos modos también estarán ilusionados por la llegada de la nueva amiga.

Pues ya poco a poco te vas integrando en lo que es la familia, sus rutinas y demás. No solamente la familia de la casa, irán apareciendo más personas, amigos de padres y niños y familiares que irás conociendo tamién (¡a practicar el idioma!), y también querrán conocerte mejor y ver cómo interactúas con los niños y si serás capaz de llevar a cabo las tareas encomendadas. Per también se suelen preocupar de que tengas una buena experiencia, conozcas gente, tengas tiempo para tus viajes, etc. Ya como en todo, cada familia es un mundo.

Después de estas generalizaciones sobre los comienzos como au pair, solamente me queda desearte, como siempre, suerte en tus primeros días con la familia (y país) de acogida. Que te integres lo más fácil y rápidamente posible para disfrutar cuanto antes de la experiencia, en especial si va a ser de pocos meses, ya que se pasan rapidísimo.